jueves, 30 de agosto de 2007

Julio Bocca baila "El Lago de los Cisnes" con el Teatro Colón

Julio Bocca bailará por última vez con el Ballet Estable del Teatro Colón y se despedirá de la danza clásica en cuatro únicas funciones en el Luna Park.

La última vez que Julio bailó con el Ballet Estable fue en febrero de 1999. En esta oportunidad, volverá a interpretar el papel de Sigfrido en El Lago de los Cisnes, junto a la bailarina rumana Alina Cojocaru, estrella del Royal Ballet de Londres.

Las funciones serán los días domingo 23 a las 17 h, y miércoles 26, jueves 27 y viernes 28 a las 20h30, en el Luna Park, Avenida Corrientes y Bouchard.

Las localidades ya están en venta en el Luna Park y a través de Entrada Plus, 4000 1010, de 25$ a 390$.


Además, el lunes 24 de septiembre a las 20h30, se ofrecerá una función a beneficio de la Fundación Julio Bocca, con la participación de Eleonora Cassano, Cecilia Figaredo, Alina Cojocaru, con quien Bocca bailará el pas de deux del Lago de los Cisnes, la compañía Tangokinesis, los egresados de la Escuela y la presentación de todos los alumnos.

Luego de la función se realizará el tradicional remate de objetos personales de Julio Bocca que será llevado a cabo con la conducción principal de la directora ejecutiva de la Fundación, Helena Viale del Carril. Todo lo recaudado en la función será destinado a solventar el plan de becas de la Fundación.

Las entradas ya están a la venta en el Luna Park y a través de Entrada Plus, de 25$ a 190$.



jueves, 23 de agosto de 2007

Una nota en España

En La Nueva España, la periodista Cristina Suárez hizo una pregunta a Julio Bocca, para la que tal vez se haya inspirado en mi blog. Bocca se presentaba en Gijón, España:

–Angeline Montoya ha escrito un libro con su biografía. Ha declarado que hay ciertas cosas que sobran, por ser muy amarillistas. ¿Ha tenido que lidiar con muchas informaciones de este tipo o se ha sentido bien tratado por la prensa?
–Afortunadamente he tenido siempre una muy buena relación con la prensa, aun con la de tintes más amarillentos. Me han apoyado y respetado desde el comienzo y me han tratado siempre con mucho cariño. Y creo que yo les he tratado igual. Eso se siente. Nunca los he tomado a menos, vinieran de donde vinieran.


jueves, 16 de agosto de 2007

La historia del ballet #2

.../... Continuación de La historia del ballet (originalmente al inicio del capítulo 5 de Julio Bocca, la vida en danza, y suprimido durante la edición del libro):

La danza dio un paso agigantado hacia la modernización gracias a Jean Georges Noverre (1727-1810). Con Marie Sallé, una de las principales bailarinas de la época, desarrolló la danza de acción, dando espacio a la pantomima. Redactó las Lettres sur la Danse et sur les Ballets (Cartas sobre la danza y sobre los ballets), probablemente la obra más importante que se haya escrito sobre la danza en aquél entonces: en ella imprimió los fundamentos de una verdadera reforma. Explicó el principio del en-dehors, base del ballet clásico: "Nada es tan necesario, señor, como el giro de la pierna hacia fuera para bailar bien, y nada es tan natural para los hombres como la posición contraria", explicó en sus Lettres. Noverre también recomendó que se dejaran de usar las máscaras y los trajes tradicionales. Y recorrió toda Europa para difundir sus enseñanzas.

En la Ópera de París, los bailarines se repartían entre tres categorías: la danse noble, que exigía estatura alta y una figura delgada y bien proporcionada; la danse de demi-caractère, con una altura media, cuerpo esbelto y gracioso, una fisonomía agradable; y la danza cómica, para bailarines bajos, más bien fortachones y de fisonomía alegre.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX es cuando se transformó, además de la vestimenta, el calzado de las bailarinas: la zapatilla reemplazó al zapato. Pronto aparecieron las puntas. La célebre bailarina Maria Taglioni (1804-1884), nacida en Estocolmo de madre sueca y padre italiano, Filippo Taglioni, bailarín y maestro de baile, fue la verdadera iniciadora de la danza sobre puntas: entonces rellenaba simplemente sus zapatillas con algodón. Su padre creó para ella un ballet, La Sylphide, en 1832, en el que aparecieron los primeros tutús, hechos de tul y velos transparentes. Volátil, grácil y etérea merced al delicado trabajo en la punta de los pies, la Taglioni representaba el ideal romántico de la mujer pura e inocente. Tenía seguidores en toda Europa. El ballet romántico estaba en su apogeo. Fanny Elssler fue su principal rival. Fue también la primera en bailar en Estados Unidos.

Mientras tanto, el papel del bailarín cambiaba de manera radical: contrariamente al siglo anterior, el varón ya no era el protagonista principal. Su papel se volvió secundario y se limitó a hacer lucir los talentos de la bailarina. Aún más: en algunos casos, los papeles masculinos ahora eran desempeñados por mujeres. El escritor francés Theophile Gautier, admirador de Carlotta Grisi, sucesora de Taglioni y Elssler, escribió para ella el libreto del ballet Giselle, uno de los más representados en el mundo entero.

Sin embargo, la crisis económica y la guerra de 1870 con Alemania marcaron el fin de la hegemonía del ballet romántico en Francia. Muchos profesores italianos y franceses se mudaron entonces a Rusia, donde la emperatriz Ana había fundado la Academia Imperial en 1735, en San Petersburgo. La figura principal que marcó la danza allí fue el francés Marius Petipa (1822-1910). Junto con Lev Ivanov y Enrico Cecchetti, llevó la tradición francesa al ballet imperial ruso, introduciendo nuevas técnicas que le permitieron elevar la danza a las más altas cumbres artísticas. Petipa fue nombrado director de los Teatros Imperiales en 1869. El zar le pedía una creación nueva para cada temporada. Petipa se negó a aprender a hablar ruso: enseñaba la danza en su idioma natal. Por eso, a pesar de que la danza clásica se desarrolló finalmente en Rusia, el francés sigue siendo la lengua utilizada para la denominación de los pasos en el mundo entero: plié (doblado), relevé (elevado), rond-de-jambe fouetté (movimiento en el que la bailarina gira sobre una pierna mientras la otra dibuja un círculo en el aire, y que en algunos ballets se repite 32 veces), grand jeté (salto en el que el bailarín se abre de piernas en el aire), pas-de-deux (paso a dos), pas-de-trois (paso a tres)...

La obra de Petipa fue inmensa, con más de cincuenta creaciones. Trabajó de manera estrecha con el compositor Piotr Illich Chaicovsky: con él realizó La Bella Durmiente del Bosque, Cascanueces, El Lago de los Cisnes... Sus obras, entre las que se destacan además Raymonda, La Bayadera o Don Quijote, conforman las piezas fundamentales de la danza clásica actual. El tutú de la bailarina se achicó cada vez más, hasta limitarse a varias capas cortas de tul en forma de bandeja alrededor de las caderas, dejando ver la totalidad de las piernas. Esto permitió a las mujeres realizar pasos cada vez más complejos y virtuosos. Petipa, que es considerado el fundador de la tradición académica, innovaba constantemente. Reinó de manera absoluta sobre los Teatros Imperiales durante casi cuarenta años, trabajando bajo las órdenes de cuatro zares diferentes.




Con él, Rusia se transformó en la cuna del ballet. El Teatro Mariinsky de San Petersburgo en el que trabajó Petipa, llamado Kirov en la época soviética y que abrió sus puertas en 1783, y el Teatro Bolshoi de Moscú, inaugurado en 1856, rivalizaban por el primer lugar. San Petersburgo ha contado con una escuela de ballet desde 1735: fundada por el francés Jean Baptiste Landet, es la ancestra de la célebre y actual Academia Vaganova, con más de 250 años de edad. De ese instituto salieron los más ilustres bailarines del siglo XX: Vaslav Nijinsky, Rudolf Nureyev, Mijaíl Baryshnikov, Natalia Makarova… El Bolshoi, por su parte, se puede enorgullecer de haber formado a artistas como Maya Plisetskaya, Ekaterina Maximova o Vladimir Vassiliev. Y si bien el ballet del Bolshoi fue opacado por la ópera durante mucho tiempo, recobró todo su brillo durante la era soviética.

Todos los bailarines clásicos del siglo XX han soñado con pisar alguna vez el escenario del Mariinsky o del Bolshoi. Más que la Ópera de París o la Scala de Milán, los coliseos rusos han representado la meta ideal de cualquier artista de ballet.

Y el joven Bocca no era ninguna excepción.

miércoles, 15 de agosto de 2007

La historia del ballet #1

Originalmente, mi libro era mucho más largo de lo que finalmente se publicó. Entre otras cosas, se cortó una (¡brevísima!) historia del ballet, que publico hoy aquí en dos partes:

El ballet clásico tal como lo conocemos hoy surgió en Francia en el siglo XVIII y se desarrolló en todo su esplendor en Rusia a finales del siglo XIX, pero sus raíces están en Italia. De hecho, la palabra francesa ballet deriva del italiano balletto. Fue la reina Catalina de Médicis, madre de los últimos tres reyes de la Casa de Valois, quien introdujo la danza en la corte de Francia. La soberana, que no había renunciado nunca a sus orígenes italianos, hizo traer de Piamonte al violonista Baldassarino di Belgioioso, que cambió su nombre por el de Balthazar de Beaujoyeux al llegar a París. Para la boda de Margarita de Lorena, cuñada de su hijo Enrique III, entonces rey de Francia, Catalina de Médicis pidió a Beaujoyeux que creara un espectáculo grandioso para el que pagó un millón de escudos. El 15 de octubre de 1581 se estrenó el primer gran ballet de corte, el Ballet comique de la Reine, en el palacio del Louvre. Se estima que esa fecha y esa obra representan el nacimiento de la danza clásica.

En aquel
la época, los espectáculos se desarrollaban en medio del público, en un salón, sin que existiera una separación real entre los bailarines y los espectadores. Poco a poco aparecieron los escenarios que conocemos hoy, alejados del público y con un leve declive hacia él, que se generalizaron a mediados del siglo XVII: la percepción del espectáculo cambió entonces de manera rotunda. La danza se hizo más compleja y se profesionalizó poco a poco.

En Francia, el mismísimo Luis XIV destacaba como un excelso bailarín. Entonces, la danza integraba la formación de los nobles y los príncipes, como la esgrima y la equitación. Otro músico italiano, Jean Baptiste Lully, creó una entrada para el joven rey en el Ballet de la Nuit: Luis XIV, a los trece años, encarnaba al sol naciente, quedándole para siempre el apodo de Rey Sol. Gracias a Luis XIV, la danza se expandió por todo el reino francés y hacia las otras cortes europeas. Fue también Luis XIV quien creó la Academia Rea
l de Danza, en 1661 -la actual Ópera de París-, la de Música en 1669 y la Escuela de Danza de la Ópera en 1713.

Entonces, la danza era exclusivamente masculina. Los papeles femeninos también eran interpretados por hombres. Pero Lully favoreció el acceso de las mujeres a las tablas y llevó la danza a teatros y escenarios convencionales. Las primeras bailarinas aparecieron a finales del siglo XVII. Entonces surgieron las primeras estrellas del ballet.

Entre ellas, Pierre Beauchamp (1636-1705), bailarín y coreógrafo, que se convirtió en profesor de danza de Luis XIV en 1650. Beauchamp sentó las bases de lo que se llamaba la danza noble. Definió las cinco posiciones del ballet clásico. También creó un sistema de escritura de la danza. Desde entonces, el lenguaje coreográfico no ha cambiado. El ballet francés se convirtió así en el primero de toda Europa y sus maestros exportaron la danza clásica al mundo entero.

Las mujeres, que bailaban con zapatos con tacones, seguían envaradas en pesadas prendas y pelucas que limitaban sus movimientos, a diferencia de los hombres, que ya podían hacer gala de una técnica más espectacular gracias a unos pantalones por encima de la rodilla. En 1713, Luis XIV impuso que la tropa de la Ópera estuviera integrada por doce hombres y diez mujeres.

Pero después de la muerte del Rey Sol, el ballet de corte empezó a declinar: su sucesor, Luis XV, no tenía afición por la danza. Entonces se desarrolló el ballet de acción, sobre todo a partir del coreógrafo inglés John Weaver. En aquella época, los espectáculos de danza todavía utilizaban la voz, y los bailarines colocaban máscaras sobre sus rostros. Para Weaver, los gestos, los pasos, los movimientos, eran suficientes para expresar sentimientos y acciones. Él introdujo las pantomimas, con las cuales el canto o las declamaciones se volvían obsoletas: la danza se había convertido en un arte particular, separado de la ópera. .../...

martes, 7 de agosto de 2007

En Tus Brazos, un superbe film d'animation français

En tus brazos (Entre tes bras) est un film d'animation français réalisé par François-Xavier Goby, Edouard Jouret et Matthieu Landour. Le premier tango est En tus brazos, par l'orchestre d'Alfredo de Angelis et chanté par Oscar Larroca, et le deuxième est El Huracán, d'Edgardo Donato, joué par Los Auténticos Reyes.

En tus brazos es una película de animación francesa, hecha por François-Xavier Goby, Edouard Jouret y Matthieu Landour. El primer tango es En tus brazos, por la orquesta de Alfredo de Angelis y la voz de Oscar Larroca, y el segundo, El Huracán, de Edgardo Donato, tocado por Los Auténticos Reyes.

En tus brazos (In our arms) is a French animation movie, directed by François-Xavier Goby, Edouard Jouret and Matthieu Landour. The first part of the music is En Tus Brazos, by Alfredo de Angelis and Oscar Larroca (vocal). And the final part : El Huracán by Edgardo Donato, played by Los Auténticos Reyes.

jueves, 2 de agosto de 2007

Actuaciones de Julio Bocca en lo que queda de agosto y en septiembre

  • Puerto Iguazú, Misiones, 24 de agosto
Adios Hermano Cruel
Iguazú Grand Hotel Resort & Casino
Informes y reservas: (03757) 498050 o vía E- mail: cafemagic@iguazugrandhotel.com
  • Posadas, 25 de agosto

Bocca Tango
Polideportivo El Zaimán
Distribuidora del Litoral: Bolivar 204. Tel: 03752 444 190 / 429 689

  • Corrientes, 27 de agosto

Bocca Tango
Club de Regatas
Distribuidora del Litoral: Junin 1326. Tel: 03783 425 566 / 474 280

  • Resistencia, 28 de agosto

Bocca Tango
Domo Centenario
Centrogar: Juan Domingo Peron 201. Tel: 03722 442 933 / 48888

  • Asunción, Paraguay, 31 de agosto

Bocca Tango
Teatro Lírico del Banco Central

  • Formosa, 1 de septiembre

Bocca Tango
Anfiteatro de la Juventud
Centrogar: Rivadavia 615. Tel: 03717 422 149 / 426 718

  • Concordia, 3 de septiembre

Bocca Tango
Teatro Odeón
Entre Ríos 563. Tel: 0345 422 758

  • Buenos Aires, 7, 8, 9 y 14, 15 y 16 de septiembre

Programa Mixto
Teatro Opera
Localidades entre $30 y $190. Podrán adquirirse telefónicamente a través de Ticketmaster (4021-9700) o en la boletería del teatro: Av. Corrientes 860. Con tarjeta Visa, hasta seis cuotas sin interés.

  • San Juan, 11 de septiembre
Programa Mixto
Estadio Cubierto del Parque de Mayo
  • Porto Alegre, Brasil, 18 y 19 de septiembre
Bocca Tango