domingo, 23 de diciembre de 2007

Gracias, Julio (1)

Hay que reconocer que Julio Bocca hace las cosas bien. Cuando promete una función masiva, sabe de lo que habla. Sobre todo cuando, por masivo, se entiende... entre 300.000 y 500.000 personas. Esta es la cantidad de público (según las fuentes) que asistió a la despedida de Bocca en la Avenida 9 de Julio. Ya se ha visto semejante congregación de gente para recitales de, digamos, los Rolling Stones. ¿Pero para un bailarín clásico? Manuel Legris, estrella de la Ópera de París con quien luego tuve el gusto de charlar un poco, me dijo que no salía de su asombro, que nunca en su vida había visto eso, que le costaba creer lo que acababa de presenciar (y de protagonizar, ya que él era uno de los muchos invitados de la fiesta).

Tengo que reconocer que esta despedida fue a imagen y semejanza de la carrera de Julio: hizo todo siempre "a su manera", se dio todos los gustos, no se privó de nada, siempre siguió sus instintos, haciendo caso omiso a las eventuales críticas. Y así le fue. Anoche, Julio demostró que al fin y al cabo, tuvo razón de hacer las cosas de la manera en que las hizo.

Voy a tratar de retratar en imágenes esta velada excepcional, aunque no prometo mucha calidad, porque a pesar de estar ubicada en el sector VIP, éste se encontraba a al menos 30 metros del escenario. Las personas ubicadas en las primeras files de la "platea", que estaban a tan sólo 10 metros del escenario, probablemente hayan conseguido mejores imágenes.

De todos modos, para ver o volver a ver el espectáculo, no se pierdan la retransmisión del show por Canal 13, que será el domingo 30 de diciembre a las 21h.

Aquí entonces empieza el relato, en varios episodios.

Cuando yo llegué, hacia las 17h para repartir volantes de mi libro (sí, lo hago todo yo misma...), había varios centenares de personas que cubrían una cuadra de la calzada. A las 19h, la muchedumbre ya empezaba a ser impresionante.



A las 21h en punto, luego de la difusión de un video con los mejores momentos de Bocca, Marcos Mundstock, integrante de Les Luthiers, abrió el espectáculo con un discurso entre humorístico y emotivo. Y luego, empezó el pas de trois de El Corsario, bailado por Julio, Maximiliano Guerra y Eleonora Cassano. Era la primera vez desde 1995 que Julio Bocca y Maximiliano Guerra bailaban juntos en una obra.



Luego, el Ballet Argentino interpretó Repercusiones, de Ana María Stekelman, y volvió Julio para bailar Viejo Amor con Cecilia Figaredo, interpretado por Mecedes Sosa.



...sigue...

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